Cañón del Tesoro
18 de Octubre del 2019
3:00am de la mañana, no hay ni una sola nube.
3:10am
Suena la alarma del despertador que me presto mi papá, cae la pimienta “Cayene” encima de unos huevos fritos, combinados con un aguacate con limón y sal, la mantequilla del pan se derrite.
El café sigue caliente y se acaba de ir la luz eléctrica . Prendo un par de velas para amenizar el desayuno mientras espero a mis compañeros.
Doy miles de vueltas buscando el equipo para empezar este pequeño viaje, la ansiedad es fuerte; llevo mucho tiempo esperando este día.
Camino a Bajos del toro 5:45 am
Salimos de San José, utilizando la calle que supuestamente se encuentra cerrada hacia los Bajos del Toro, un aroma a arboles mojados entra por mi ventana.
Es Octubre, es invierno, llueve siempre, sin embargo hoy es distinto, las cordilleras amanecen sin una sola nube, pero con una niebla mística baja. Estamos pasando un bosque nuboso.
Catarata El Silencio 5:48 am
Cataratas acompañan el camino, y con mi compañero Fernando conversamos lo mismo de siempre; dilemas existenciales de la vida y proyectos de exploración a futuro.
Conversamos problemas, y proponemos soluciones. Todo se puede arreglar cuando se conversa con la montaña.
Potreros iluminados por la luz de la mañana
Mi mano derecha jala el freno de mano, estacionamos.
Hoy seremos parte del río, parte del cañón, hoy es un viernes de Cañoning.
Vegetación del camino.
Alistamos las cosas y con el peso pesado de siempre, nos encaminamos hacia el punto de partida, iremos al río desagüe, que desde hace meses lo he venido monitoreando y hoy tiene un color especial…
Cañoning no es solo un deporte; es una experiencia cercana con la naturaleza, es convertirse en ella y poder apreciar hasta los más pequeños detalles que nos da la montaña. Se trata de compartir y sobre todo; del amanecer.
Palmas de Maquique.
Gotas de rocío acumuladas en la vegetación
Bruma.
El amanecer es todo un ritual, implica en un 99% de las ocasiones prácticamente no dormir .
Los preparativos tienen que ser perfectos, son muchísimas cosas que hay que llevar para poder realizar la experiencia.
David entre la bruma
El vapor de agua de la mañana empieza a subir y una bruma dorada nos guía por el camino.
El paso es rápido, a la izquierda se escucha el río que en el invierno tiene más caudal.
Puente del río desagüe. 6:45 am
La ruta empieza en el famoso puente de la Catarata Caída del Cielo, el agua está congelada y ya la lana verde del desagüe empieza a recuperarse.
Hace ratos no veía al río con este musgo verde especial y sus aguas azules.
Desde el 20717 el río a cambiado muchísimo, lo he visto anaranjado, verde, gris, hasta totalmente negro por la ceniza del Poás.
Hora De Saltar.
Inicio de la ruta.
Toboganes o saltos, la diversión empieza aquí, atrás la bruma dorada del sol de la mañana.
David con un clásico Back-Flip
Canyoning es un medio de expresión, hasta podría decir que es un arte, fluir con el río, acrobacias y hasta meditación en las aguas congeladas.
El río desagüe por sus cabezas de agua a esculpido estas hermosas paredes que hoy sirven de plataformas de expresión.
El compromiso es total.
La montaña tiene buen feeling.
Cañones volcánicos
pequeña cueva de río.
Poco después de los primeros saltos, las cavernas de río y un olor a agua termal se aproxima, las nubes empiezan a acumularse en el cráter del Poás, acompañadas de una erupción de gases.
Huele a Volcán. Soy privilegiado de que este olor sea algo común, Costa Rica es un país con Volcanes activos, y la geografía de nuestra región es única en el planeta.
El Río Desagüe nace de los quemaderos del Poás, un desierto volcánico gris donde la erosión de sus minerales blancos, hace una reacción con la luz tiñendo el río de azul brillante.
Luz fragmentada.
Primer Rapel.
Corto, Fácil, y entra uno al mundo de los rayos de luz dorados.
Absolutamente todo brilla en este momento, el agua fría de mis pies me me mantiene consciente de que me encuentro en un río de montaña a mi derecha un brillo de las piedras anaranjadas y rojas.
La Catarata es fuerte y el eco del cañón aumenta su sonido, hay que tener cuidado.
Primer rapel.
Llegamos al punto donde hace un tiempo habíamos tenido que abandonar la misión.
Hoy está más azul que nunca. El cañon se vuelve a cerrar, y el escenario es espiritual.
Fernando realizando el segundo rapel.
Precipicio; salto y luego otro salto. Secuencia de pasos que expresan la conexión con el agua, con el cañón.
Salto #4
Cascadas azules de la ruta.
Se avecina la parte compleja. El gran final.
***
cañón de piedras rojas cerca del gran final.
Luego de hacer una inspección notamos varios anclajes en pésimas condiciones, como buena voluntad los sustituimos.
Hora de usar el Taladro. Siento emoción, ( las herramientas de ferretería siempre me han gustado desde pequeño, en especial los tractores. )
Sustitución de anclajes y aseguramiento para futuros rapeles.
Instalamos un pequeño pasamanos para aumentar la seguridad, al frente mío un vacío con un fondo azul. Estamos en la parte superior de la famosa catarata de Tesoro Escondido.
Es mucho más alta desde esta perspectiva.
Aumentan las pulsaciones de mi corazón, una combinación de miedo y adrenalina aumenta mi conciencia.
Es peligroso.
Hora de bajar.
Acción de cañoning.
La Fuerza del agua es potente. Entre ecos gritamos a Fernando que tire el bulto.
En este preciso momento no sabemos que pasara con el primero, es solo de esperar y no dejar que el río juegue con la mente.
Aumenta el sonido del agua, pienso en una cabeza de agua, que son muy frecuentes donde estamos.
Veo el Cielo oscuro, la montaña nos esta avisando algo.
Fernando metidando el rapel.
Es mi hora. Guardo mi cámara. Es mi momento, un momento que estaba esperando desde hace mucho tiempo.
Inicia sencillo e inmediatamente soy parte del flujo de la catarata.
En mi cabeza pienso. Quiero hacer esto al ritmo del agua, fluir con la verticalidad y respirar. Disfrutar.
Respiro.
David realizando el descenso de Catarata Tesoro Esconido; un clásico del cañoning costarricense.
Exhalo.
El agua golpea mi casco, estoy en el punto de mayor energía de la catarata.
Me dejo llevar por el agua, haciendo un rapel rápido.
Me detengo, miro hacia abajo; una enorme poza y el cañon completo. Se puede ver una parte del Volcán Viejo hasta parte de las montañas de Juan Castro Blanco.
Sigo mi Descenso; por el agua, disfrutando al máximo mi momento con la gran catarata.
Descenso
Cada paso que doy, minerales se derrumban en el chorro blanco, cada paso que doy cambia de color.
Trato de respetar mi ambiente lo más que puedo.
El momento es espiritual.
85 metros.
Llego a la poza después de unos 85 metros de rapel. La dimensión y percepción de tiempo se pierde. Las preocupaciones se van. El agua fría llena mi neopreno.
En mis oídos se escucha todavía el estruendo de la catarata, la adrenalina se baja y ahora solamente queda felicidad. Paz.
Mis compañeros Fernando y David esperan abajo, todos entendemos esta conexión especial con la naturaleza cuando se realiza este deporte.
Paredes de la catarata con múltiples coloraciones por alta densidad de minerales.
Todo se agudiza, un par de turistas curiosos sienten la emoción y disfrutan de este minúsculo espectáculo que hemos montado.
Empieza a llover.
Catarata Tesoro Escondido.
En el camino las reflexiones existenciales vuelven y se cierra un ciclo del cañón del río Desagüe. Desde sus orígenes lo hemos conocido y es una maravilla de la naturaleza, único en este mundo.
Siempre quiero volver.
Logística de empacar todo lo mojado.
Al Salir existe una euforia.
Hacer frío y la ropa seca comienza a calentar los huesos fríos.
Hora de volver a la realidad.
10:45 am
Nos Espera el Camino.
Seguimos este hermoso viaje de la vida.
Cuerdas limpias y momento cuidarlas para su debido secado.
La Relación entre el cañonista, el equipo y la naturaleza es un vinculo fuerte, Mi vida depende del cuidado que le de a la naturaleza, a mi cuerpo y a mi equipo.
Es un estilo de vida, es entender, que por ríos como el Desague, daría mi vida; porque al realizar el cañón veo la muerte tan cerca, que la vida se observa más clara, y es de color dorado.
***
Hace tiempo no escribo, pero quiero compartirles este nueva etapa de mi vida.
La publicación del libro me ha dejado grandes enseñanzas y sobre todo me ha hecho olvidar muchos fantasmas.
Espero que lo hayan disfrutado.
-Javier-